
Desarrollado por Studio Zero y Atlus y bajo la dirección de Katsura Hashino, Catherine: Full Body llegó a occidente el pasado 3 de septiembre a PS4 y Vita tras la adaptación del original a PC el pasado año bajo el nombre Catherine Classic.
Siete años han pasado desde que las tórridas pesadillas de Vincent Brooks coparan nuestros mandos a finales de la pasada generación. Catherine fue un juego ambiguo y, aunque desconocido para algunos, muy atrevido en su planteamiento. En este análisis os cuento que trae de nuevo este Catherine Full Body, que, con un nuevo personaje femenino llamada Rin promete comprometer aún más la ya maltrecha estabilidad emocional de Vincent.
Hoy en día, el amor y la pareja son temas que solo el género de los Otomes se atreve a abordar en los videojuegos y siempre, desde una perspectiva romántica y edulcorada destinada a complacer las fantasías amorosas de quienes lo juegan, en su mayoría, que no exclusivamente, público femenino. Estos juegos no pasan de ser meras aventuras conversacionales, ya que por su temática, la incorporación de mecánicas jugables coherentes con su narrativa se hace en cierta forma complicada. Este contexto nos obliga a poner en valor el logro que Atlus ha llevado a cabo con este título que, si bien es cierto, ahonda más en la complicación de las relaciones y el subconsciente del individuo, supo darle un contexto jugable a todo esto en forma de puzles donde nuestros sueños y temores eran nuestros peores enemigos.
Pero pongámonos un poco en contexto, como ya he mencionado nuestro protagonista es Vincent Brooks, un joven copado de inseguridades que mantiene una relación desde hace cinco años con Katherine, esta relación se encuentra en punto muerto, sin ser capaz de avanzar, a esto se le añade la complicación de la intrusión de otra explosiva joven llamada Catherine, en esta entrega el lío se ve aumentado por la presencia de Rin, que, aún con las mejores intenciones, no será un alivio para la atormentada psique de Vincent.
Al igual que en el título original, estos conflictos tienen lugar a la misma vez que Vincent sufre una serie de sueños mortales en los que, con cuernos de carnero sobre su cabeza, tendrá que ir escalando a contrarreloj montañas de bloques.
La estructura de jugable de Full Body se mantiene en esencia fiel al juego original, dejando al jugador decidir de forma libre sobre sus decisiones morales sin atarle a un final prefijado o a la obligación de tener que tomar una decisión catalogable como buena o mala, en Catherine, decidimos los que nuestros instintos y ética nos dictan.
Todas estas decisiones se podían tornar en algo realmente enrevesado conforme jugábamos la historia de este juego, traspasando incluso los límites de la pantalla y llegando a provocar que nos cuestionemos algunas de las decisiones que hemos tomado en nuestra vida, más allá del videojuego.
Todo esto se enmarcaba en el sistema de conversaciones de Catherine, pero en este Full Body la presencia de Rin lo complica todo un poco más. Rin, a diferencia de la inquisidora Katherine o la exhuberante Catherine demuestra tener una personalidad completamente distinta, actuando como un sujeto más pasivo, un remanso de paz al que acogerse en los momentos en los que los líos amorosos de Vincent más nos aprietan o agobian y esto, claro, tiene sus efectos en el juego, en las conversaciones y en nosotros como jugadores. Su presencia se siente natural, bien adaptada a la obra original, habiendo sabido el estudio encontrar el sitio perfecto para este personaje en un marco tan conocido como recurrente durante el juego.
El resto de nuestro día a día como Vincent transcurre entre charlas y mensajes (simplicados para la ocasión) con nuestros amigos, beber en el bar, jugar a recreativas (Rapunzel en el bar ha visto aumentada la cantidad de minijuegos disponibles) o escuchar la música del tocadiscos que para esta versión del juego ha sido actualizada con bandas sonoras de juegos como Persona 5, algo que, teniendo en cuenta la calidad de esta es un añadido genial.
Sin embargo, todo esto no es suficiente añadido para los que jugaran al título en su primera versión, ya que aunque la presencia de Rin hace que el interés sobre los sucesos del juego se recobre en primera instancia, pasado un tiempo, nos damos cuenta de que no tienen el peso suficiente en la trama como para justificar revisitar el título si ya se jugó siendo, eso sí, la versión obligatoria para aquellos que no se hubieran acercado a la obra original en 2012.
Donde sí que destaca Full Body es en el contenido añadido a la parte de puzles, donde contamos de partida con el doble de puzles que en el juego original, más de 500. Basados en la idea, a priori simple, de desplazarnos verticalmente en una montaña de cubos, los cuales deberemos de desplazar en un límite de tiempo y que, además mutan, con el último fin de crear escaleras que nos lleven hasta la cima antes de que nuestros miedos más oscuros (personalizados en una suerte de jefe final) nos den caza. Estos puzles ya conocidos reciben nuevos modos en los que tendremos diferentes tipos de bloques que se suman a los ya conocidos dando un plus a su complejidad.
Si estos rompecabezas no te interesan y solamente estás interesado en la historia de Vincent y su rectángulo amoroso en Full Body se te ponen las cosas fáciles, se pueden saltar los puzles o, si no se quiere ir tan lejos, activar asistencias durante los ascensos para que resulten más fáciles.
Centrados en la narrativa, Rin nos ofrece desde su piano en el bar Stray Sheep nuevos enfoques para la historia que, sin ser determinantes en cambiar la experiencia como para ser esta una edición denominable como definitiva, si consiguen aportar nuevos elementos y tramas que se traducen en la inclusión de hasta cinco nuevos finales a los nueve que ya poseía la obra original, siendo tres de ellos exclusivos para el personaje de Rin, lo que denota el mimo puesto por el estudio en su desarrollo e inclusión en la trama, algo que es de agradecer.
Si bien, estos son los principales añadidos del juego, no son los únicos, nuevos personajes en el bar, un nuevo escenario para los puzles o efectos de Rin que detienen la caída de los bloques, son otros de los añadidos que podemos encontrar en esta entrega. Además, veremos como si de un juego al estilo souls se tratara, donde han caído otros jugadores y en esta versión contamos con los modos Babel y Coliseo disponibles desde el primer momento de juego, lo que destaca el apartado en línea de la experiencia, jugar contra amigos, competir en ranking de puntuaciones en partidas clasificatorias o casuales, o el componente cooperativo de Babel son apartados del juego que se han visto muy reforzados por la inclusión del modo Arrange en el juego que tanto aumenta la posibilidades del título.
La remasterización en lo visual elimina los dientes de sierra del título original, si bien, por su estilo artístico dibujado, resulta difícil apreciar grandes cambios con respecto al título original, siendo el primer Catherine un título totalmente disfrutable a día de hoy, esta versión no hace, sino mejorar lo que ya teníamos sin demasiados alardes.
En el apartado sonoro se mantienen las composiciones del título original, con voces como la de Troy Baker en el papel de Vincent se mantienen los diálogos en inglés con subtítulos al castellano.
En definitiva, Catherine: Full Body es una versión que amplia la experiencia del original consiguiendo un resultado maximizado en su historia sin ser esta una versión no demasiado distante del original, los que jugaran al título en su momento quizás no encuentren en Rin un aliciente suficiente para revisitar el título, pero, en donde esta remasterización brilla especialmente es en sus nuevos modos destinados a los puzles, que se han visto muy mejorados con una mayor diversidad de situaciones y un apartado multijugador mejorado.
- COMPLETOTotal Score
+ Los nuevos modos de puzles
+ La inclusión de Rin se siente plenamente trabajada y encaja suavemente en la historia original
+ El multijugador está plenamente disponible desde el principio
- El añadido a la historia del juego puede no ser suficiente para justificar la vuelta de los que disfrutaron del original