
Nintendo es una de las empresas de entretenimiento que mejor ha sabido tratar a sus personajes. Su ‘star system’ es veterano y lo más impresionante es que, lejos de mostrar signos de agotamiento, está más al día que nunca con franquicias de calidad que se alejan del clásico juego de Mario. Ocurre con con Toad y la búsqueda de tesoros, con Yoshi y sus mundos texturizados, con Donkey Kong y, como no, con su verde hermano miedoso Luigi. La franquicia ‘Luigi’s Mansion’ llegaba por primera vez en 2001 a Gamecube, tratado al principio como un juego secundario, no tardamos en darnos cuenta de que estábamos ante algo especial y tremendamente divertido. Nintendo había creado un survival horror a su manera y mientras Luigui temblaba de miedo nosotros nos partíamos de risa y nos entreteníamos a partes iguales. La segunda parte se sintió algo desaprovechada, llegando sólo a Nintendo 3DS, aunque no bajaba en calidad. Muchos fuimos los que echamos en falta un título de la franquicia para Wii, cuyo mando se hubiera adaptado a las mil maravillas a las mecánicas del juego. Lo que no podía dejar pasar Nintendo era la oportunidad que le brinda el éxito de la switch y grabar a fuego esta saga en el olimpo de la compañía nipona, y creo que con esta tercera parte lo han conseguido.
Nada más comenzar Luigi’s Mansion 3 nos damos cuenta de que no estamos ante el frenetismo que suele caracterizar a los comienzos de los juegos de Nintendo, el planteamiento se toma su tiempo para presentarnos a Luigui, Mario, Peach y los Toads en un autobús camino a un fin de semana de ensueño en un lujoso hotel. Como no podía ser de otra forma, todo se tuerce cuando descubrimos que el rey Boo ha sido liberado, el hotel está plagado de fantasmas y nuestros amigos han sido encerrados en cuadros que ahora decoran la mansión. Luigi es el único que ha quedado libre y su misión será salvar a sus amigos y salir de ahí por patas.
El juego da margen al jugador para que se haga con los controles al principio, dejándonos investigar diferentes habitaciones, comprobando las trabajadas animaciones de Luigi, las físicas renovadas y los controles. No tardaremos en encontramos con nuestro amigo y salvador, el profesor Fesor, que nos equipará con todo lo necesario para abrirnos paso ente los seres incorpóreos y salvar a nuestros amigos. La mítica aspiradora se siente mejor que nunca en esta tercera parte, con cada objeto reaccionando cuando aspiramos o expulsamos aire y la switch usando su vibración HD y su giroscopio para hacernos creer que la aspiradora es una extensión de nuestras manos. Este sentimiento es clave, porque la máquina es el objeto clave del juego, más casi que Luigui, ya que sin la aspiradora ni Luigui ni nosotros somos nadie, y quedaríamos a merced de los fantasmas.
Nintendo nos tiene acostumbrados a introducir siempre alguna novedad en cada título, aunque sea de las sagas más clásicas, y en este caso también lo hace. El profesor Fesor nos va a obsequiar con su nuevo invento: GomiLuigi, una réplica de nuestro personaje hecha de goma verde que va a hacer las veces de capi en Mario Odyssey. A Gomiluigi lo vamos a poder sacar en cualquier momento durante el juego pulsando el joystick derecho y cumple dos funciones: la primera es la de resolver diversos puzles, ya que puede atravesar determinadas puertas y sortear trampas; la segunda es ser la excusa para ofrecer un modo cooperativo que están intentando introducir en todos los juegos de switch, aprovechando los dos joycons. La historia se podrá jugar por lo tanto de principio a fin con un compañero/a, uno con cada joycon. La única pega es que el juego no subirá su nivel cuando juguemos en cooperativo y la dificultad ya de por si no es muy alta.
La estructura del juego nos hará ir subiendo por cada una de sus plantas, que guarda una temática distinta. Pasaremos por el sótano, la tienda, el jardín… Una de las mejores cosas será ir descubriendo lo que ofrece cada planta en su interior, por lo que no quiero comentar mucho sobre ellas. Sólo decir que la ambientación de cada una de sus temáticas está logradísima, haciéndonos sentir que cada planta es única, como si de los distintos mundos de Mario Odyssey se tratara. Os estaréis preguntando entonces si la mansión se puede recorrer de arriba abajo desde el principio. La respuesta es no, ya que los fantasmas principales de cada planta han robado los botones del ascensor, y los tendremos que ir recuperando uno a uno para poder llegar arriba y salvar a Mario y compañía. La sensación de unidad la consigue más que en otros juegos en los que viajamos de mundo a mundo con una pantalla de carga entre medias, pero en el fondo seguimos la clásica estructura.
La exploración y la rejugabilidad también están muy presentes en Luigi’s Mansion 3, cuya historia podremos acabar en unas 8-10 horas. La exploración yo la recomiendo fusionar con la primera pasada del juego. Nuestro personaje irá equipado con una especie de luz violeta que servirá para revelar zonas escondidas de los escenarios, que no serán imprescindibles para avanzar en la historia, pero nos ayudarán a encontrar más dinero y coleccionables. Hay cinco coleccionables en cada planta, y encontrarlos va a resultar muy divertido además de obligarnos a inspeccionar a fondo cada habitación de la mansión. La rejugabilidad viene cuando completamos cada planta, ya que unos mini boos aparecerán escondidos en algún rincón. Con ayuda de la vibración HD de la switch tendremos que localizarlos y aspirarlos.
En esta ocasión, y para justificar el cobro del juego en línea con Nintendo Switch online, también se ha incluido un modo cooperativo online llamado la torre de los desafíos (también disponible en local). En él tendremos que limpiar de fantasmas plantas de la mansión con hasta 7 jugadores más en una batalla contra el tiempo. Cada sala que limpiemos de fantasmas nos dará un bonus de tiempo y sólo tendremos éxito si eliminamos a todos. Me ha parecido una experiencia entretenida, pero yo le pido a Nintendo una faceta online más desarrollada que esta en sus juegos punteros.
En el apartado competitivo no tenemos opciones online, pero sí tres modos de juego para disfrutar en local. Estos son:
- Pescamonedas: competimos para coger el máximo número de monedas en una piscina.
- Atrapafantasmas: debemos succionar el mayor número de fantasmas que seamos capaces dentro de un cementerio.
- Disparacañón: unos fantasmas han robado las balas del cañón. Tendremos que quitárselas para poder disparar a unas dianas giratorias y conseguir puntos para vencer a nuestro rival.
Estos tres modos son divertidos, y pueden amenizar cualquier fiesta. Lo que no entiendo es que no se hayan incluido para jugar online, porque ahí es donde podría potenciarse la diversión de este competitivo.
En el apartado gráfico he sentido un salto de calidad que Nintendo necesitaba como agua de mayo. Desde los modelados hasta la iluminación, pasando por las físicas y las cinemáticas, alcanzan en Luigui’s Mansion 3 una cota pocas veces antes vista en un exclusivo de Nintendo. Da gusto recorrer cada sala de cada planta y fijarse en los detalles, viendo cómo reaccionan los objetos al ser absorbidos o empujados por el aire. Toda esta atmósfera ‘terrorífica’ acompañada por una banda sonora a la altura y unos efectos de sonido que pondrán a Luigi de los nervios.
Como conclusión, Luigi’s Mansion 3 se convierte en un imprescindible del catálogo de Nintendo Switch, entrando en el top junto con Zelda Breath of the Wild y Mario Odyssey. El componente cooperativo lo han sabido encajar muy bien, pero se queda corto a la hora de alargar el juego con el modo online, que no está a la altura. Su modo historia es suficiente, no obstante, para justificar pasar un poco de miedo junto a Luigi en esta espectacular mansión.
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- Analisis, Nintendo Switch
- 12 de noviembre de 2019
- Lo mejor
- Un juego sin fisuras que derrocha originalidad
- El invento de GomiLuigui funciona muy bien para jugar cooperativo
- Gráficamente un salto adelante para Nintendo - Lo peor
- Mayor variedad de fantasmas le hubiera venido bien
- El modo online cooperativo sabe a poco - ImprescindibleTotal Score