Stela – Análisis

La industria del videojuego sigue en pleno auge en lo que se refiere a la creación de nuevas propuestas indies. Stela es una de ellas, si bien es un juego que no innova en nada de lo que nos propone, si que nos deja con buenos momentos en su pequeña y corta aventura. Te contamos lo que nos ha parecido Stela en nuestro análisis.

Lejos queda ya la estela dejada por videojuegos como Limbo, esa aventura bidimensional que a tantos nos emocionó con su sistema sencillo e intuitivo, pero envuelto en una ambientación y oscuridad que lo hacía tan especial. Desde entonces muchos han sido los estudios, sobre todo indies, que han intentado imitar de cierta manera la obra de Playdead, unos con mayor y otros con menor éxito. Pero ¿qué es Stela?

Una aventura con mecánicas ya conocidas

Stela es una aventura en 2.5D desarrollado y editado por SkyBox Labs en donde nuestra protagonista huye de un mundo antiguo que está en declive. La premisa, como suele ocurrir en todo este tipo de propuestas, es sencilla, vamos avanzando por las diferentes ubicaciones resolviendo pequeños y sencillos puzles, del tipo activar una palanca, recoger algún objeto para abrir alguna puerta, buscar la forma de escapar de algún enemigo que nos persigue, escondernos para evitar ser detectados y pasar por ciertas zonas, a través del sigilo, o llegar a algún punto elevado esquivando precipicios con nuestro botón de salto. De hecho, no hay más que dos funciones en nuestro mando, botón de saltar y botón de recoger objetos o empujar, que es el mismo, y la cruceta de dirección para movernos. Me resulta incluso raro el hecho de no tener un botón para acacharse, ya que lo hace directamente el videojuego cuando nos acercamos a una zona diseñada para ello. Con estos sencillos movimientos vamos superando los obstáculos que el juego nos va proponiendo, buscando siempre la forma de hacerlo, cosa que no nos llevará mas de unos minutos los rompecabezas más complicados. Conforme vayamos avanzando tendremos diferentes retos que superar, y algo de variedad en los mismos, pero nada que suponga una extrema dificultad. De hecho, en apenas dos horas podremos llegar al final de la aventura sin despeinarnos.

Stela es una aventura muy guiada que no innova en nada a lo visto anteriormente con propuestas similares en materia jugable. Ni tampoco parece que lo pretenda. Simplemente se limita a seguir unas pautas simples, ir avanzando y disfrutar de sus hermosos y diferentes paisajes que nos van dejando bonitas estampas. Eso sí, no esperes una experiencia como Journey o el genial Gris, pues Stela aunque coja pequeños elementos de cada una de ellas, además de juegos como Inside o Limbo, es una experiencia que queda bastante lejos de cualquiera de ellas. Puede parecer que estoy describiendo un mal juego, pero lejos de eso, Stela es simplemente una aventura con identidad propia, que bebe de otros juegos por la similitud de mecánicas jugables que todos ellos tienen en común.

La belleza de la luz y de la oscuridad

Stela es un viaje minimalista y es en el apartado artístico donde deja su sello, ofreciendo escenarios cautivadores y bonitos artísticamente hablando, mezclando escenarios oscuros en cuevas o bosques desolados, con otros más coloridos con nieve y cabañas de fondo, pasando por pequeñas zonas donde el fuego está arrasando todo a su paso. No esperes en Stela algo revolucionario en su aspecto gráfico, incluso me atrevería a decir que es algo bastante modesto, y con pequeños problemas de ralentización y bajadas de frames en momentos puntuales que no afectan tampoco, sea dicho, a la experiencia jugable. La estructura y diseño de los enemigos es bastante simplona con pocos detalles a destacar. La protagonista algo más trabajada cumple sin demasiados alardes en su diseño.

En el apartado sonoro, el juego cumple con melodías según el momento jugable en el que nos encontremos, es decir, va cambiando en situaciones como en una persecución o en determinados momentos de acción, a otros que, reina la paz y vamos avanzando libremente con tranquilidad, pero en su conjunto está bien resuelto y resulta agradable.

Stela es un viaje entretenido y una experiencia jugable que se puede disfrutar por 20 euros. Una aventura bonita y que, aunque no sorprenda en ninguna de sus mecánicas jugables ni artísticas, si que nos deja con un buen sabor de boca una vez terminada. Una pena que tampoco invite a su rejugabilidad, ya que su corta duración puede echar a más de uno para atrás.